Leaves’ Eyes + Atrocity + Diabulus In Musica en Sala Penélope (Madrid, 16-01-15).

Primer concierto del año y en la céntrica sala Penélope de Madrid. Noche para hacer honor en mayor parte al metal sinfónico. Encabezando el cartel teníamos a la banda liderada por Liv, hablamos de Leaves’ Eyes, con sus inseparables Atrocity, y con representación nacional con Diabulus In Musica.

Apertura de puertas bastante tranquila con una entrada un tanto floja para la gira que era. Aun así, decenas de personas aguardaban a pocos minutos de la apertura de puertas. Se produjo a la hora determinada, quizás con un pequeño retraso, pero prácticamente inapreciable.

Los primeros en aparecer eran Diabulus In Musica, que como ellos mismos señalaban, llevaban dos años sin tocar aquí, y es que no se puede consentir que una banda tan potente internacionalmente hablando, que en su propio país no tengan ese mismo éxito. Pero dejemos las polémicas atrás y centrémonos en este concierto. La banda liderada por Zuberoa desplegó un set corto pero en el que dejaron muy claro por qué son lo que son en Europa. Cortes como “Inner Force” o la celebrada “Sceneries Of Hope” que no podía faltar en su set, para cerrar con “Blazing A Trail”. Gran concierto de los pamplonicas que dejaron claro que hay que contar más con ellos y que sinceramente en este país no nos hemos dado cuenta del producto tan importante que tenemos.



Atrocity son los siguientes en aparecer con su líder Alexander Krull a la cabeza. Carismático como pocos con ese pelo larguísimo que con su headbang azota a toda la sala, arrancaba con poderío su concierto acompañado de una banda que sería la misma que posteriormente interpretaría los temas de Leaves’ Eyes también. Atrocity pisaron el acelerador desde el inicio con un sonido contundente, potente y veloz, es decir, musicalmente se aleja a las otras dos bandas pero no viene nada mal salir de la dinámica con una banda como esta. Contaron además durante su actuación con dos chicas a las que subió al escenario para contonearse al ritmo de su música. “Death By Metal” o “Necropolis” marcan perfectamente el desarrollo de esta banda y su sonido, pero por supuesto si hay un tema que no puede faltar es “Reich Of Phenomena” que sacudía la sala de forma brutal en un concierto un tanto más largo que el de los anteriores pero tampoco mucho más allá. Buen sabor de boca de Alex y los suyos en una sala que ya aguardaba al plato fuerte de la noche.



Era el turno de la mujer de Alex y su banda, hablamos de la carismática Liv Kristine y Leaves’ Eyes, que como digo saldría con la misma formación que su marido en el concierto anterior, con el que contaría en varios temas de la noche. La banda arrancó sin concesiones con “Galswintha” y “Take the Devil in Me” que ya nos ponía a saltar desde un primer momento.
La noche se empezaba a caldear de verdad a ritmo de “Fading Earth” o la clásica “My Destiny”. Liv estaba mostrando un nivel de voz asombroso, como pudimos comprobar en “Symphony Of The Night” y “Spirit’s Masquerade”, con un público que se mostraba encantado de la versión de la banda que estábamos viendo esta noche. “Farewell ProudMen” o “Melusine” daban un pequeño respiro a la noche, pero pronto se acabaría con la versión ya famosa de Mike Oldfield “To France”, tema realmente precioso con esa melodía que acompaña al tema sobre todo en su intro.



Era hora de recurrir a los clásicos entre clásicos como “Maid Of Lorraine” o la archiconocida “Elegy” que fue coreada al unísono junto a Liv que no desafinó ni una sola nota. Poderosa y progresiva es “Hell To TheHeavens” que se alza con uno de los estribillos más memorables de la banda, para cerrar definitivamente su show con “Frøya'sTheme”, otro tema progresivo y largo que va de más a menos con ese estribillo de nuevo potente que alza su concierto a lo más alto. En definitiva, un concierto breve en temas pero intenso, donde el sonido era realmente formidable y pudimos disfrutar al cien por cien de la calidad sonora de la banda.

Agradecer a Madness Live la producción del evento, así como a las bandas por su compromiso en el escenario y posteriormente con sus fans, admirable. Noche de celebración sinfónica que nos hacía salir con la más amplia de las sonrisas de una sala que no había mostrado su mejor entrada, pero aun así el ambiente fue realmente recomendable y agradable.

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Autor: Oscar Gil Escobar